SAN ROMÁN (1.958 - 1.967)



Fuente: beetleinjection

Si bien no se trata de una marca en concreto, me resisto a no referenciar este simpático artefacto producto de una época en la que los microcoches todavía estaban en auge por las carreteras españolas.

La historia de este triciclo del que tan sólo se fabricó un ejemplar, empezó en 1958 cuando Julio San Román Urías, mecánico de la ya desaparecida “Sociedad de las Minas y Fábricas de Moreda y Gijón”, más conocida como “fábrica de Moreda”, compró de segunda mano un Isocarro 125.

Al Sr. San Román se le ocurrió la idea de transformar el Isocarro 125 en algo parecido a un coche, y aprovechando la mecánica y la documentación y junto a su hijo (que también se llamaba Julio), empezó a trabajar en su proyecto utilizando para ello una habitación de su propio domicilio familiar, en el barrio Gijonés de El Llano.

Aquel piso, tenía un balcón de solo 90 cm de ancho y como era el único sitio por donde podía sacar el cochecito a la calle, tuvo que idear un curioso sistema de palancas para plegar las ruedas tras desmontar las aletas delanteras sin que por ello se perdiera la dirección.

La transformación del vehículo se alargó durante años, y la fatalidad quiso que en 1960 falleciera Julio San Román Urías, y su hijo y heredero Julio San Román González, se encargó de finalizar el proyecto, que se alargó hasta 1963.

El cochecito fue carrozado por los Talleres Miami, de Gijón, que fueron quienes  presentaron su certificado al Ministerio de Industria para su legalización. El permiso de Industria fue finalmente otorgado en 1967.