RAPID (Rapid Motormäher) - (1.946 - 1.947)



Para contar la historia del coche suizo “Rapid” hay que empezar por su diseñador, Josef Ganz. Josef Ganz, un húngaro nacido en Budapest, había sido editor en Alemania de la revista “Motor-Kritik“, a través de la cual realizaba ensayos de los coches de la época, lo que provocó la admiración de unos y las críticas de otros a los que no favorecía con sus análisis técnicos.

Durante los años 1930, Ganz había colaborado en el diseño de algunos prototipos para Ardie y Adler y había trabajado como consultor para Mercedes-Benz (para los modelos 170, 120H y 130H) y también para BMW (para el modelo AM1), y en 1932  diseñó el Standard Superior alemán (ver historia), que estaba basado en parte en el prototipo de Adler. Después del Standard Superior, Josef Ganz diseñó el Bungartz Butz.

Cuando Ganz presentó el Standard Superior al régimen nazi en Berlín, su diseño entusiasmó, pero las cosas empezaron a ir mal para él, porque era judío. Con las leyes y la justicia en su contra, fue víctima de acusaciones realizadas por aquellos a los que él había criticado en su revista de automóviles. Ganz ya no se sentía seguro en Alemania y se trasladó a Liechtenstein en 1934, el mismo año en el que Ferdinand Porsche fue designado por los nazis para desarrollar el "Volkswagen". (Algunas fuentes afirman que Porsche aprovechó en parte los diseños de Ganz para diseñar su coche del pueblo alemán, el Volkswagen Beetle).

Josef Ganz terminó en Suiza y con el apoyo del gobierno de ese país, contactó con la empresa “Rapid Motormäher” instalada en la localidad de Dietikon, y que por aquel entonces ya era un importante fabricante de pequeños tractores y motocultores agrícolas 2 ruedas.

La "“Rapid Motormäher” poseía un pequeño taller en donde Josef Ganz desarrolló prototipos ayudado por cuatro miembros del personal. El jefe del grupo era un apasionado de la ingeniería llamado Walter Keller. En la primavera de 1945 se habían desarrollado los primeros cuatro prototipos (incluido un prototipo con carrocería de aluminio denominado Silberfisch), de un diminuto coche de dos plazas que debía ser puesto en producción en 1946. Por esas fechas, Josef Ganz ya estaba enredado en una batalla legal con el Gobierno suizo sobre los derechos del diseño.

El coche diseñado por Ganz tenía un chasis tubular central, una carrocería metálica de acero y suspensión independiente. Las ruedas estaban suspendidas individualmente sobre resortes planos transversales, y el eje trasero era oscilante. El motor, de dos tiempos, estaba situado en la parte posterior y estaba refrigerado por aire.

Las pruebas del motor de dos tiempos no habían sido del todo satisfactorias. Keller, había desarrollado un nuevo motor con un funcionamiento singular para ser instalado en maquinaria agrícola de pequeñas dimensiones. Se trataba de  un motor con dos pistones opuestos entre sí en un solo cilindro, con la cámara de combustión en medio. El cigüeñal estaba por debajo del cilindro y se conecta a la biela de pistón sobre balancines normales. Este nuevo y suave motor de aproximadamente 350cc desarrollaba entre 8 y 10hp y funcionaba a cuatro tiempos. Estaba conectado a una caja de cambios de motocicleta de 3 velocidades que ejercía la tracción sobre las ruedas traseras sin diferencial. (Este motor de pistones opuestos fue fabricado por la compañía de motocicletas Motosacoche, que lo mantuvo en producción hasta 1954).

Velocímetro y medidores de presión de aceite eran los únicos instrumentos existentes en el pequeño tablero frente al conductor. Para el tiempo de lluvia y en un compartimento detrás de los asientos, había una capota.

A pesar de que el coche era pequeño, ofrecía espacio suficiente para dos personas y el motor era lo suficientemente potente como para propulsar el coche de 400kg a una velocidad cercana a los 70 km/h. Más impresionante, sin embargo era su maniobrabilidad y excelente agarre en carretera. Sus ruedas de motocicleta, la suspensión independiente, su bajo centro de gravedad y la carencia de diferencial le permitían una conducción increíble y muy singular y resultó un coche ideal para las condiciones de las carreteras de montaña de Suiza. Todo esto junto con un precio asequible (3600 francos suizos), hacía pensar que el vehículo iba a conquistar el mercado.

Lamentablemente fue un fracaso comercial. “Rapid Motormäher” tenía la esperanza de atraer capital, tras haber producido un número limitado de ejemplares en un primer ciclo de producción, pero las inversiones no se materializaron y además, debido al crecimiento económico de aquella época, tuvo que soportar la fuerte competencia de los coches de importación. Tras haber fabricado 36 unidades, la producción se detuvo finalmente en 1947.

Las batallas en los tribunales que Josef Ganz tenía que soportar por la paternidad del diseño del coche siguieron, y desilusionado decidió irse a Francia en 1949. Allí trabajó en los coches Julien MM5 y MM7 hasta 1950 y en 1951 se fue de Europa y emigró a Australia. En Australia trabajó durante unos años para el fabricante de automóviles Holden y, finalmente, murió en 1967 sin el reconocimiento que merecía.

En la actualidad se sabe de la existencia de dos ejemplares; uno, que quedó sin vender en la fábrica, está restaurado y se expone en el museo “Verkehrshaus” en la ciudad suiza de Lucerna (Luzern), y el segundo ejemplar fue encontrado debajo de una pila de heno cerca de Amsterdam en los años 1950 y su propietario holandés lo mantiene sin restaurar.