En 1958, una empresa de ascensores de la antigua Yugoslavia, construyó un prototipo que no llegó a ser producido. Dicho prototipo, diseñado por un profesor de la universidad de Belgrado, recibió el nombre de “Prvenac”, que significa “Primogénito”.

Este curioso vehículo tenía un chasis de acero y se articulaba de manera que los extremos se podían mover hacia arriba y hacia abajo de forma independiente desde el centro, gracias a cuatro amortiguadores telescópicos, evitando así la posibilidad de que el coche quedara desestabilizado en terrenos irregulares.

Tenía una carrocería aerodinámica, también de acero, con dos puertas, una a cada lado, que daban acceso a una banqueta con espacio para tres personas. La entrada era bastante complicada debido a que las ruedas centrales obstaculizaban el paso. La cabina de pasajeros se podía cerrar mediante una cubierta plegable.

El Prvenac, estaba equipado con un motor Tomos-Puch de 2 tiempos refrigerado por aire, de 250cc y 14hp. La caja de cambios era de 4 velocidades. Tenía 4 ruedas dispuestas de una forma muy peculiar. Dos ruedas motrices en el centro (una a cada lado), una rueda delantera y una trasera, y estas dos últimas eran las que hacían girar al vehículo. La distancia entre las ruedas delantera y trasera era superior a la distancia entre las ruedas del eje central. Gracias a su carrocería aerodinámica alcanzaba los 90Km/h con un consumo de entre 4 y 7,5 litros a los 100 Km.

Este coche nunca llegó a fabricarse en serie y acabó siendo desmantelado en los años 1970.