MEYERS - (1.964 - 1.971)



Bruce Meyers, el personaje

Bruce Meyers se crió en el sur de California entre días de surf, carreras de resistencia, y pasar el rato en la playa. Meyers amaba el mar y fue marinero mercante antes de servir a su país en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial. Asignado al portaaviones Bunker Hill, Bruce se vio obligado a saltar del barco cuando fue alcanzado por dos Kamikazes en la batalla de Okinawa, salvando su vida milagrosamente.

Después de la guerra se embarcó en un barco de vela y cruzó los Mares del Sur para construir un puerto comercial en las Islas Cook para un hombre muy rico. Tras seis meses en el atolón de coral de Tongereva, se dedicó entre otras cosas al comercio de perlas y se aficionó a una dieta constante de pescado. Después pasó seis meses en Tahití antes de regresar a los EE.UU.. Fue su amor por la vela y el estilo de vida de la Polinesia el que más tarde le llevó a construir su propio catamarán con la intención de volver a navegar por los mares del sur. Sin embargo, el encanto de Tahití fue más fuerte y Bruce cambió de idea y pasó a fabricar herramientas para equipar los primeros veleros de fibra de vidrio.

El descubrimiento de los "buggies"

Fue en Pismo Beach, California, donde Bruce Meyers entró por primera vez en contacto con los "buggies". Esos primeros “buggies” eran toscos y pesados y Meyers decidió diseñar una versión ligera y divertida para la playa o la selva baja. Tras modificar una furgoneta VW Kombi a la que llamó "Little Red Riding Bus", Bruce utilizó su experiencia en la construcción de barcos para diseñar el primer buggy con carrocería de fibra de vidrio, al que bautizó como "Manx".

Meyers Manx

Los primeros 12 coches que fabricó tenían carrocería de fibra de vidrio, y chasis monocasco con una estructura de acero dentro de la fibra de vidrio que se unía a la suspensión y tren de rodaje VW. Esos coches resultaban caros para su época y se desaprovechaba gran parte del coche VW original. Bruce rediseñó la carrocería para que cupiera en el chasis recortado de un VW, lo que en última instancia, reducía también el precio. El resultado fue un éxito inmediato del Meyers Manx, que apareció enseguida en las portadas de revistas como “Hot Rod” o “Car & Driver” provocando una oleada de más de 300 pedidos. Como no fue capaz de atender de inmediato todos los pedidos, surgieron de repente otros fabricantes que atendieron la demanda creciente de ese tipo de vehículo, llegando a producirse en aquellos tiempos más de 250.000 buggies. Finalmente más de 300 empresas, en todo el mundo, copiaron el Meyer Manx de una forma u otra, incluso se copiaban unos a otros. Bruce trató de detener esa avalancha de imitaciones esgrimiento las leyes de violación de patentes, pero no logró convencer a los jueces de haber producido nada digno de ser patentado. Durante los años siguientes la “B.F. Meyers & Company” construyó 5.280 kits del “Meyers Manx”, varios centenares del “Meyers Manx 2”, aproximadamente 1.000 “Meyers Tow'd” y unos 200 “Meyers Manx SR” y “Meyers Resorter”. Un total de casi 7.000 kits.

El rendimiento del “Meyers Manx” era increíble, especialmente fuera de la carretera. Se manejaba mejor que cualquier otro vehículo fuera de la carretera y era mucho más divertido de conducir gracias a su suspensión flexible y ligera.



Meyers Tow’d

El “Meyers Tow'd” fue producido originalmente para su uso fuera de carretera. Fue un esfuerzo de la “B.F. Meyers & Company” por diversificar y ampliar la gama de productos. El “Tow'd” original no tenía capota ni defensas, pero la gente pensaba que era tan bonito que debía también poder circular normalmente por carretera. Finalmente, el “Tow'd” evolucionó y fue dotado de capota, guardabarros y tapa del motor.



Meyers Manx SR

El siguiente producto de la compañía fue el “Manx SR” (Street Roadster). Ese modelo fue un intento para descolocar a los copiones del “Manx”. Obra de Stewart Reed, un joven estudiante del “Art Center College of Design”, fue diseñado sólo para su uso en la calle y carretera y poseía una elegante forma aerodinámica. Fue diseñado para caber en el mismo chasis VW recortado del “Manx” y poder así mantener las buenas características de manejo. El coche tenía carrocería de fibra de vidrio con muchas piezas de metal por lo que era mucho más complejo su montaje. Se cree que la “B.F. Meyers & Company” produjo unos 200 kits de este modelo, aunque probablemente otros 200 fueron vendidos más tarde por las sucesivas empresas que compraron los moldes tras el cierre de la compañía.



Meyers Resorter/Turista

El “Resorter" o "Turista” también fue producido por la “B.F. Meyers & Company", aunque no fue diseñado por Bruce Meyers. El objetivo era proporcionar un vehículo de 4 plazas. El "Resorter" tenía los accesos laterales más fáciles y cómodos para la entrada y salida de los pasajeros. Ese modelo fue vendido a cadenas de hoteles de Puerto Rico, Acapulco y Hawai. A Bruce Meyers no le gustaba demasiado su forma.



Vehículos especiales

La “B.F. Meyers & Company”, también fabricó tres coches especiales, dos de los cuales fueron vendidos como buggies salvavidas para el Condado de Los Angeles y otro fue asignado al Servicio Forestal de California. Estos buggies estaban equipados con elementos especiales.

Meyers Kubelwagen

El último vehículo de la flota “Manx” fue el “Kubelwagen”. Este coche era una réplica del Desert Staff Car alemán de la Segunda Guerra Mundial. Por desgracia, sólo se construyó uno, que en la actualidad está totalmente restaurado.



El cierre

En 1970, cansado de luchar contra los imitadores, el no reconocimiento de las infracciones constantes de sus patentes, conflictos internos en la empresa y su inminente divorcio, Bruce Meyers abandonó la “B.F. Meyers & Company” para disfrutar de una vida menos estresante. Bajo la dirección de John Blick, la “B.F. Meyers & Company” cerró sus puertas en 1971.