Robert Bourbeaux, pionero de los cyclecars en Francia, fabricó junto a Henri Devaux los cyclecars Bédélia (ver historia). Al estallar la Primera Guerra Mundial, Robert Bourbeaux dejó la empresa para crear su propia marca: “Automobiles Jacquemont”.

Instaló su taller en el distrito XIV de París dónde fabricó sin mucho éxito el cyclecar Jacquemont. El cyclecar Jacquemont estaba constituido por un bastidor/carrocería de una sola pieza en chapa fina de acero y en forma de obús. Estaba equipado con un motor monocilindrico de 1097 cc, con aletas de refrigeración en forma de espiral alrededor del cilindro, y transmisión por correa doble. El cambio de marchas era igual que el del cyclecar Bédélia. El cyclecar Jacquemont se vendía al precio de 4.950 francos.