IRESA (Industrias Reunidas Españolas, S.A.) (1.963)



Para la elaboración de esta pequeña historia, se ha extraido información de la "Enciclopedia de la moto española" de Francisco Herreros, se ha utilizado una fotografía realizada en 1963 por el gran historiador del mundo del automóvil Nick Georgano, editor de la conocida Enciclopedia Beaulieu del Automóvil y se ha utilizado información gráfica y escrita facilitada por mi buen amigo y colaborador Lluís Pallás. A todos ellos mi más sincero agradecimiento y reconocimiento.


Esta IRESA (Industrias Reunidas Españolas, S.A.), cuya sede estaba en la calle Marqués de Monteagudo números 13 y 17 del madrileño barrio de Gindalera, es anterior y nada tiene que ver con la otra IRESA (International Racing Engineering, S.A.), fundada en 1970 por Manuel de Miguel y establecida en Lérida, con una larga trayectoria en lo referente a componentes de automóvil, sobretodo en el ámbito de la competición, y que también es conocida por las barquetas de competición Torralba-IRESA fabricadas a partir de 1974.

Un poco de historia

La IRESA que nos ocupa en esta historia (Industrias Reunidas Españolas, S.A.) fue una empresa madrileña fundada en 1949 por Antonio S. de Baigorren, e inició sus actividades fabricando motores auxiliares para bicicleta.

Los primeros motores fabricados por IRESA tenían una capacidad de 48cc. Posteriormente fabricó motocicletas a las que equipaba con sus propios motores que ya eran de 65cc y 98cc.

En Junio de 1953, IRESA presentó su motor más potente, un nuevo modelo de 200cc, cuya misión era equipar la motocicleta “Ideal”. Este motor era una copia del Hispano Villiers de 197cc y dio muchos problemas debido fundamentalmente a que los materiales utilizados en su fabricación no eran de buena calidad (este hecho no es demasiado imputable a la firma, ya que la calidad de las materias primas en la España de los años 50 dejaba mucho que desear).

Paralelamente a la producción de motocicletas, entre 1955 y 1958 y aprovechando su motor de 200cc, IRESA fabricó también motocarros.

Tras sufrir un incendio en sus talleres, la firma entró en declive y finalmente quebró en 1962.



El microcoche de IRESA

Suponemos que en la misma línea de los motocarros, y con la intención de intentar encontrar nuevas líneas de negocio, IRESA decidió en su momento potenciar la venta de sus motores de 200cc, y hay constancia de que en 1956 se publicaron anuncios en prensa, ofreciendo sus motores a “fabricantes de pequeños automóviles”.

Se sabe que algunos microcoches españoles, o prototipos de microcoche, fueron equipados con el motor IRESA de 200cc, como es el caso del F.G.L. de Francisco Gómez López en 1959 (ver historia), algunos microcoches Kapi (ver historia) cuando su fabricante dejó de ser abastecido por Harry Walker, algunos Jip (ver historia) o incluso el Chiqui.

Seguramente con el objetivo de hacer demostraciones, IRESA llegó a fabricar su propio prototipo de microcoche que fue fotografiado en Madrid por el gran historiador del mundo del automóvil Nick Georgano, editor de la conocida Enciclopedia Beaulieu del Automóvil y que nos ha dejado este magnífico documento gráfico.

Ese prototipo único de tres ruedas, fue matriculado tras la quiebra de la empresa en Madrid en marzo de 1963 (M-336752), posiblemente rescatado del incendio de sus talleres.