HUSELTON - (1.909 - 1.915)



A principios del siglo XX, la ciudad de Butler, Pennsylvania, y otros condados adyacentes empezaron a notar el auge del petróleo y la industria del acero. Era un tiempo de posibilidades. Uno de los comerciantes de mayor éxito de la ciudad era B.C. Huselton, propietario de un negocio de calzado denominado “B.C. Huselton Shoe Store”. Huselton se dio cuenta de que el mundo estaba cambiando muy rápidamente y con el fin de preparar a su hijo Edgar para que se pudiera hacer cargo del negocio familiar, lo envió a cursar estudios a la “Mercersburg Academy” para que adquiriera una sólida formación en prácticas empresariales modernas.

En 1906, con 23 años de edad, Edgar C. Huselton regresó a casa y enseguida volvió a ocupar su lugar junto a su padre en el negocio de calzado de la familia. Pero la tienda de zapatos resultó aburrida para Edgar y decidió explorar otras posibilidades empresariales que le brindaba el nuevo siglo. Antes de que terminara el año, Edgar salió de la tienda de zapatos y se convirtió en el primer concesionario de automóviles del condado de Butler, convirtiéndose en agente de la empresa de automóviles Reliance (ver historia).

En 1909, Edgar Huselton estaba cada vez más fascinado por las posibilidades que le brindaba la nueva era. En una pequeña fábrica de carros situada en North Washington Street, en Butler, Edgar empezó la construcción del primer automóvil Huselton. El automóvil Huselton era, en el mejor de los sentidos, un "coche ensamblado". Edgar eligió los componentes mecánicos de más alta calidad disponibles en ese momento y construyó un automóvil de gran lujo, comparable a los mejores y más reconocidos de la época. Este primer coche era un magnífico modelo de 2 plazas tipo “race-a-bout”, equipado con un motor Wisconsin de 40 hp, que utilizaba los fines de semana para competir con otros coches haciendo carreras de punta a punta de la ciudad en un recorrido de aproximadamente 3 millas (sólo de ida). El coche Huselton siempre ganaba. Edgar Huselton tenía la intención de fabricar en serie su coche con los mismos cuidados y calidades que los coches más famosos de la época, cuyas marcas empezaban todas por "P"; Pierce, Packard y Peerless, y para ello creó la “Huselton Automobile Company”.

Entre 1909 y 1915, Edgar y sus cinco empleados construyeron once coches, un camión denominado "Butler” y un coche fúnebre por encargo de la funeraria local. Era muy poca producción y se hacía evidente que el futuro de la industria del automóvil pasaba por las grandes producciones en serie. Huselton dejó de fabricar automóviles.

Edgar Huselton permaneció en el negocio del automóvil durante toda su vida, y se convirtió en distribuidor de toda una serie de marcas entre las que estaban; Velie, Reo, Hudson, Cadillac, Pierce Arrow, GMC e International.

Edgar nunca vendió su primer coche, su querido “Big Sporty“ de dos plazas. Lo utilizó para su transporte personal durante años. Tras casarse y criar a cinco hijos le modificó la carrocería para convertirlo en el Tourer de 7 pasajeros que es hoy. El coche ha ido pasando de padres a hijos y de hijos a nietos. En 1984, B.C. Huselton III (nieto) devolvió el coche a su lugar de nacimiento y lo donó a la ciudad de Butler, con instrucciones específicas para que sean los miembros de la “Butler Old Stone House Region” y del “Antique Automobile Club of America” los responsables del cuidado y mantenimiento contínuo de este coche único. Desde 1984, la “Butler Old Stone House Region“ ha asumido esta responsabilidad. El 19 de septiembre de 2009, se celebró el 100 aniversario de este coche en los recintos feriales de Butler.