Los coches HAWA fueron construidos por la empresa “Hannoversche Waggonfabrik AG”, entre los años 1922 y 1925 en Hannover, una importante ciudad industrial de Alemania. Esta empresa, fundada en 1898, se dedicaba tradicionalmente a la construcción de vagones de tren, sobre todo para el transporte de bienes y suministros industriales, no obstante también fabricó automóviles y aviones. Su incursión en el mundo del automóvil fue muy breve y representó sólo una pequeña etapa en la trayectoria industrial de la compañía.

Lo que diferenciaba a este micro coche de todos los demás era su motor eléctrico, un concepto que hoy en día nos parece normal, pero que esta empresa industrial alemana adoptó ya en los años 20 del siglo pasado.

El coche HAWA tenía capacidad para dos pasajeros (conductor y acompañante) dispuestos en modo tándem (uno delante y otro detrás, como en una moto). El coche HAWA tenía 4 ruedas y sobre el eje delantero estaba situado un capó con un solo faro central que ocultaba un motor eléctrico de 40 voltios, inventado por un casi desconocido ingeniero alemán llamado Siemens.

A pesar de tener una línea atractiva y excelentes prestaciones (no hacía ruido, no contaminaba y tenía una excelente aceleración), las limitaciones propias de ese tipo de vehículos hicieron que no tuviera éxito comercial, provocando que la empresa se concentrara de nuevo en la esencia de su negocio, la fabricación de vagones de tren hasta 1933, año en el que la empresa cerró.