En 1919, la “Ohio Trailer Company”, de Cleveland, Ohio, fue reorganizada y se convirtió en la “Ohio Motor Vehicle Company” con la finalidad de construir coches con la marca “Ferris”. La marca debía su nombre a William Ferris, secretario y tesorero de la compañía por aquel entonces. La producción empezó en 1920 y el lema de la marca era "The Car of Character" (El coche con carácter).

Los coches Ferris eran automóviles construidos con piezas ensambladas de gran calidad y muy caros. Los precios oscilaban entre los 3350 y los 4875 dólares de la época. Estaban equipados con motores Continental de 6 cilindros, magneto Splitdorf y carburador Zenith. Suspensión semi-elíptica con bujes sin aceite. Ventanas de cristal biselado en la parte trasera. Cinco ruedas Disteel, incluyendo la de repuesto. Limpia parabrisas, parachoques integral y maletero. La carrocería era de aluminio y un gran radiador delantero le daba un aspecto muy personal. En la fábrica se ponía gran énfasis en los acabados de la carrocería.

Se ofrecían tres versiones diferentes; Roadster de 3 pasajeros (3350 dólares), Sedan de 4 pasajeros (4875 dólares) y Touring de 6 pasajeros (3350 dólares). El modelo de seis pasajeros tenía una distancia entre ejes de 3300 mm (130 pulgadas) y utilizaba dos asientos auxiliares.

La marca también fue víctima de la recesión de la posguerra y tuvo que cesar la producción. A pesar de ello, el administrador concursal dio su autorización para poder terminar los coches que se pudieran con las piezas existentes en stock. Cuando la producción se detuvo definitivamente en 1923, se habían construido un total de 450 automóviles.