CINGOLANI (Ezio Cingolani) (1.952)



El italiano Ezio Cingolani (quien también sería el creador del Microbo), se tomó tres años para construir su propio coche de tres ruedas (dos delanteras y una trasera).

El cochecito de Cingolani, era un pequeño coupe biplaza con los asientos situados uno detrás del otro, con dos puertas de apertura hacia adelante, dos ventanas a cada lado y un parabrisas curvado con limpiaparabrisas. Su estructura y carrocería de aluminio le proporcionaban una ligereza excepcional, con un peso en vació de tan sólo 127 Kg (119 Kg según otras fuentes).

Este vehículo estaba equipado con un motor monocilíndrico Piaggio de 2 tiempos, de 125cc y 3 hp, procedente de un scooter Vespa. Tenía arranque manual, una caja de cambios de 3 velocidades y la tracción se ejercía mediante cadena sobre la única rueda trasera. La longitud total era de 2600mm y su constructor afirmaba que podía alcanzar una velocidad máxima de 60 Km/h.

En 1952, el cochecito Cingolani llamó la atención de la prensa especializada, y las pruebas que se realizaron demostraron que se trataba de un diseño acertado, aunque por desgracia, no llegó a producirse en serie.

La fotografía original en blanco y negro procede del libro "Historias de microcoches" de Jan Lange.