AUTO AVIO (1939 - 1943)



Tras diez años dedicado a pilotar coches de carreras, en 1929, Enzo Ferrari vio cumplido su sueño al fundar la sociedad deportiva “Scuderia Ferrari” (su própia escudería), constituida como filial de Alfa Romeo que se dedicaba al diseño, construcción y modificación de coches de esa marca para la competición.

En 1933, los Alfa Romeo empezaron a competir bajo la insignia de la escudería Ferrari, que en los primeros años de la década de los treinta ya atraía la atención de grandes pilotos y fanáticos del deporte del motor, pues en su taller fueron construidos los más famosos coches de carreras de la marca milanesa.

Pero las circunstancias frenaron el crecimiento del joven equipo de carreras. Bajo el auspicio del gobierno nazi, los coches alemanes cobraron protagonismo y en 1937, Enzo se vio obligado a vender el 80% de su empresa a Alfa Romeo.

Durante el primer año las cosas empezaron a mejorar, hasta que en 1938 los planes de Alfa Romeo pasaban por hacer desaparecer el emblema del caballito rampante (distintivo de la escudería Ferrari) de los coches de carreras de Alfa Romeo para que los coches de Enzo empezaran a competir bajo el nombre del nuevo ente deportivo de la marca: Alfa Corse.

Enzo fue elegido para comandar el nuevo proyecto y tuvo que cerrar su taller de Módena y trasladarse a Milán. Inicialmente Enzo y sus mecánicos se sometieron a esta nueva estrategia de Alfa Romeo, pero el sueño de Ferrari no era hacer coches que lucieran un emblema distinto al de su escudería y tras serias divergencias con el Director de Proyectos y Experiencias de la Fábrica que por aquel entonces era ni más ni menos que el prestigioso español Wifredo Ricart, renunció a su puesto y negoció su salida para independizarse nuevamente.

Con el dinero de su rescisión de contrato y de su escudería, Enzo regresó a Módena y fundó la “Auto Avio Costruzioni” dedicada inicialmente a la construcción de piezas para coches y aviones. Este nuevo proyecto de Enzo no llevaba su apellido porque una cláusula de su contrato de renuncia con Alfa Romeo le impedía utilizarlo para la fabricación de coches durante un período de cuatro años.

En esa época, y con la ayuda de Alberto Maximino y Luigi Bellentani, dos técnicos que habían dejado también Alfa Romeo, Enzo diseñó y construyó con elementos Fiat el AAC Tipo 815, o Auto Avio 815, modelo del que tan solo se llegaron a construir 2 unidades. Se trataba de una carrocería biplaza obra de touring.

Características ténicas principales:

Motor Fiat delantero longitudinal de 8 cilindros en línea y 1496cc con 72 cv de potencia, 4 carburadores Weber 30 DR2, dirección a cremallera, frenos de tambor, peso 535 Kg y velocidad máxima 180 km/h.

Chasis 815/020 (Largo) y chasis 815/021 (Corto).

Con estas 2 unidades del Auto Avio 815, pilotadas por Alberto Ascari y el marqués Lotario Rangoni, Auto Avio Costruzioni ganó en su categoría la Mille Miglia de 1940. (Otras fuentes dicen que dominaron la clase de hasta 1500 pero debieron abandonar).

Se dice también que Alfa Romeo se atribuyó la construcción de estos 2 coches, ya que eran muy parecidos a los Alfa 2300 6c.

Estos coches (AAC 815) tuvieron una vida muy breve ya que cuando los sueños de Enzo marchaban nuevamente por buen camino las circunstancias volvieron a colocar obstáculos: estallaba la Segunda Guerra Mundial y un dictamen del gobierno italiano lo obligó a construir material bélico.

En 1943, la Ley de descentralización de la Industria, obligó a Enzo Ferrari a abandonar el centro de Módena, y trasladar su fábrica a 16 kilómetros al sur, a la pequeña población de Maranello.

Finalizada la guerra, Ferrari reemprendió su objetivo, fabricando el primer automóvil que llevaría su marca (el Ferrari 125). Sin embargo ese ejemplar estuvo a punto de no llevar su apellido como marca, pues Ferrari había decidido bautizarlo "Mutina". Su amigo, Enzo Levi le dijo: "Ya que estás convencido de que triunfarás, debes darle tu nombre", y así nació Ferrari como marca, pero eso es ya otra historia.